Thursday, December 24, 2020

La Misa de la Navidad

 La simple historia del nacimiento de Cristo toca nuestras vidas para evocar nuestras emociones más profundas, emociones que ni siquiera entendemos, pero es algo tan profundo y su verdad se asienta muy dentro de nosotros en un lugar que llamamos hogar. Este momento toca la parte de nosotros que ama naturalmente y quiere ser amado de manera significativa, y Dios lo hace año tras año a través de la Natividad. En esta noche, en un establo de Belén, Dios entra en nuestra familia humana como un bebé recién nacido, y el amor lo cambia todo. Esta noche se trata de la posibilidad de lo que este amor puede hacer. 

¿Cómo necesitas que el amor de Dios toque tu corazón este año? ¿Restaurar la esperanza, curar las heridas y las decepciones, reconciliarse con un ser querido, reconciliar el idealismo con la realidad? La Navidad nos permite hacer espacio para el misterio y la maravilla. Déjate transfigurar por este amor que lo cambia todo. Aunque sea por un momento, vive este amor que nos atrae, nos guía, nos atrae hacia la armonía y la buena voluntad. Aliméntese con las vistas y los sonidos, las fragancias y el sabor, la sensualidad del tacto.

 

Necesitamos hacer crecer este amor alimentando nuestras relaciones con bondad y compasión y hablando palabras que afirmen y alienten. Tienes una opción y siempre puedes usar palabras que construyan puentes y formen vínculos más profundos. Te invito a que le digas a alguien con quien no estás disfrutando tus mejores momentos en este momento: “Me alegro de que estés aquí. Me alegro de estar contigo. Quiero tu felicidad y quiero lo mejor para ti ". No tienes que resolver la relación; simplemente necesita hacerle saber a la persona que todavía es importante para usted. Puede ser muy difícil tener el coraje de decirlo, pero una vez que lo hagas, experimentarás los efectos positivos de decirlo, incluso si la persona no responde tan plena y libremente como quieres. Tomar el riesgo. Vaya más allá de lo que cree que es posible. Dirá la verdad y esas palabras podrían ser el mejor regalo de Navidad para alguien.

 

Nuestras relaciones dependen de la capacidad de cada uno de nosotros para comprender nuestras propias dificultades y aspiraciones, y las de los demás. Cuando te comprendes a ti mismo, lo que incluye saber cómo sufres, puedes aprovechar cada momento que tienes para vivir. Puedes disfrutar cada momento. Cuando estás verdaderamente feliz, todos nos beneficiamos de tu felicidad. Necesitamos gente feliz en el mundo.

 

El niño Jesús nació para reconciliarnos con Dios, para acercarnos más, para fortalecer nuestros lazos con Dios. Acerquémonos a la cuna de nuestros sueños e inspiraciones, el lugar donde sabemos que todo estará bien, el lugar al que regresamos cada año, el lugar que conocemos es nuestro hogar y donde siempre somos bienvenidos. Este es un pesebre del misterio del amor, y necesita ser nutrido y alimentado. Dejemos que la cuna alimente nuestros corazones en silencio, y alimentemos los corazones de quienes nos rodean y necesitan venir a esta cuna. Nuestros corazones les traen la cuna. El poder de este amor es profundo, infinito y lleno de misterio. Veamos qué puede hacer el amor por nuestro mundo este año.



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